lunes, 28 de septiembre de 2009

Estoy segura.

Pero segura, segurísima (y no porque lleve compresas con alas) de que con un traje de Can Can estaría tope sexy. Llamativa al máximo. Absolutamente despampanante.







Me veo en el escenario con las medias de redecilla y se me ponen los pelos de punta. Cuando las telas me rozaran las caderas me soltaría la melena, y la pluma que llevaría enredada en mi frondosa melena rizada caería en casacada en dirección a un público enardecido por la simple visión de mis encantos. Todos quedarían atónitos y yo sería un éxito sin precedentes.





Trabajar en Moulin Rouge debe ser lo más de lo más.





Mientras queda una vacante, y me presento al proceso de selección, tendré que conformarme con trabajar en otra cosa.





Porque por fin he encontrado un nuevo trabajo.






Las fotos las hice en mi viaje a París de éste verano y, por supuesto, dentro del Moulin Rouge.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Feliz cumpleaños a mi, de nuevo

Ayer volví a celebrar mi aniversario de nacimiento.

Es curioso viniendo de alguien que no lo había celebrado nunca en tantos años. Este año va a suplir todos los anteriores (o casi...).

A la lista de regalos anterior, ahora podría añadir otras cuentas cosas:

- Croissant aliñado
- Calcetines de látex -(no, no me han regalado algo parecido a una orgía)-
- Circuito Termal
- Masaje con aceites
- Burbujas
- Cosquillas
- El Mar Muerto

Y lo mejor es haberme podido sentir durante 3 horas como toda una Matrona Romana.


A ti, que vas a leer ésto, sólo puedo darte mi agradecimiento eterno, y tantos abrazos como pompas compartimos.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Feliz cumpleaños a mi

Ayer fue mi cumpleaños. Este año para mi aniversario de nacimiento me han hecho tantos regalos que no sabría con cual quedarme:
¿La paloma torcaz?
¿Epi sin Blas?
¿El helado de regaliz?
¿La canción coral de cumpleaños?
¿El donut con vela?

.... Ya sé. Con Toledo.


Este año para mi aniversario de nacimiento me han regalado Toledo.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Frío

Imagina que un día despiertas.
Cuando abres los ojos, es evidente que estás en un lugar que no conoces.
Te rodea nieve blanca, hasta donde pierdes la vista.
Hace un frío desgarrador.
Tú estás desnuda y tienes mucha hambre de abrazos.
¿Qué ha pasado? ¿Cómo has llegado hasta allí?

Pos eso.

Aunque Gamoneda supo decirlo mucho mejor:


Tengo frío junto a los manantiales. He subido hasta cansar mi corazón.
Hay yerba negra en las laderas y azucenas cárdenas entre sombras, pero, ¿Qué hago yo delante del abismo?
Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado.
De "Libro del frío". A. Gamoneda.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Nuevas formas de afrontar la crisis

Esta serie de noticias, y una entrevista del interesado en un programa de radio ayer por la tarde, me suscitan muchas dudas:

www.publico.es/251992/upyd/sacar/tajada/fama/padre/mari/luz

http://www.elconfidencial.com/espana/upd-propondra-padre-mariluz-candidato-alcaldia-huelva-20090915.html

www.elmundo.es/elmundo/2009/09/15/andalucia/1253003290.html

Y finalmente:

http://www.elconfidencial.com/espana/upyd-cortes-colaborar-alcaldia-huelva-mari-luz-20090915.html

Visto el panorama, a mi se me ocurren varios interrogantes:

- ¿Es UPyD la que quiere afrontar su propia crisis agarrándose al populismo barato? Porque digo yo que este hombre ciencias políticas no ha estudiado precisamente, aunque claro, el alcalde de mi pueblo era Médico ...

- ¿Es éste señor, con todos mis respetos a su dolor, el que se está planteando afrontar su propia crisis económica abriéndose horizontes laborales a los que realmente dudo que pudiera aspirar?

A mi me encanta oir por la radio que alguien le pregunte si tiene aptitudes reales para dedicarse a la Política, y a ser Alcalde de Huelva, y él responde (más o menos con estas palabras) que tendrá que consultarlo con la familia, y que tendrá que ver si algún partido político le presenta un proyecto firme, claro y sensato. Ya sea UPyD, u algún otro partido...

¿Eso es un sí? Eso es un: ¡¡¡¡No sólo estoy preparado, sino que opino que los que no están preparados para mi son ellos!!!!

¿Alguien puede aclarármelo?

domingo, 13 de septiembre de 2009

Mis comunicaciones familiares.

Mi Señora Madre me está ayudando con un retal.
Hace muchos meses que compré el retal de tela en una tienda en la que pusieron de saldo las sobras.
Es una tela horrible, llena de estampados de colores negros/grises/verdes/violetas/púrpuras/naranjas/blancos... Lo cierto es que es No apta para epilépticos.
Tiene dibujado una especie de mundo extraño, cargado de dibujos y criaturas rarísimas.
Pero a mi me gusta. Recuerda esta frase a lo largo del relato, por favor.

Desde la distancia que inevitablemente conlleva vivir en dos CC.AA. diferentes, y previa entrega por mi parte del retal en una visita que le hice hará más de 6 meses, Madre y yo mantenemos diversas conversaciones telefónicas con el fin de solucionar mi problema: Hacer de ese retal un mantel.


Hace mucho tiempo:

Madre: Hija, ¿qué quieres que haga con eso?
Yo: Mujer, un traje de faralaes no. Un mantel para la mesa de la cocina.
Madre: ¿Eso para la cocina? ¿Estás segura? Tu cocina es azul...
Yo: ¿Y?
Madre: Nada....

Varias semanas después de aquello:

Madre: He estado pensando en lo del mantel... Qué quieres que haga con él.
Yo: Nena, un mantel para la cocina. Hazle un pespunte por los bordes, que yo no tengo máquina de coser. Eso es todo.
Madre: ¿Sólo eso? Qué cosa más fea de mantel va a resultar...
Yo: Bueno, a mi me gusta. Creo que podrá quedar bien.

En semanas posteriores, la conversación anterior se repite en bastantes ocasiones, en un tono muy cordial, con algunas variantes por parte de Madre tales como: "Qué mantel más feo, qué tela más horrible, qué poco gusto tienes, hija de mi vida, etc....". Pero en el fondo es lo mismo: quiero un pespunte por los bordes, eso es todo.

Durante un espacio de tiempo, no sabría decir cuánto, se olvida el tema. Pero...


Hace un par de meses:

Yo: Nena... ¿Y el mantel?
Madre: ¿Aún sigues con eso?
Yo: Ummmm … Sí.
Madre: ¿Y qué quieres que haga con él?
Yo: ¿Otra vez? Venga... va: Un pespunte por los bordes.
Madre: Es que eso va a quedar muy soso.
Yo: Está bien, Nena. ¿Tienes alguna otra idea?
Madre: Ufff... no sé... con esa tela es difícil.
Yo: ¿Y un pespunte por los borde y ya está?
Madre: Es que así nada más va a quedar muy soso...
.
.
.
Ad infinitum durante conversaciones esporádicas en días sucesivos ...


Hace un mes y medio:

Madre: Hija, que he pensado que con un vivo el mantel quedaría mejor.
Yo: Ah, perfecto.
Madre: Así no estará tan soso.
Yo: Perfecto.
Madre: ¿De qué color lo pondrías?
Yo: Ummmm... no sé... ¡Naranja!
Madre: ¿¡¡¡¡¡Naranja!!!!? Desde luego, hija … Qué cosa más horrorosa.
Yo: bueno, pues el color que quieras, o que te parezca mejor, que yo me fío de tu criterio. Seguro que te queda muy bien.


Hace un mes:

Madre: Hija, que he comprado tela de color naranja para tu mantel.
Yo: ¡Ah! Qué bien!
Madre: Sí, pero no creo que le vaya mucho.
Yo: ¿Por?
Madre: No sé, es un naranja muy difícil...
Yo: ¿Muy difícil para qué?
Madre: Pues para qué va a ser, para combinarlo!
Yo: Vale, vale. No te preocupes. No lo uses. Siempre puedes hacerle un pespunte por los bordes.
Madre: Eso no me gusta. Aunque el naranja que he comprado tampoco. Ya buscaré otra tela...
Yo: Vale, pero no te compliques. Búscala de otro color.


Hace 3 semanas:

Madre: Hija, qué difícil es encontrar una tela naranja. ¡Yo no sé para qué me metes en estos líos!
Yo: ….......
Madre: Y ahora claro: ¿Cómo quieres el vivo? Porque va a ser muy difícil cortar la tela y luego añadirla a los bordes. ¡Eso no es un vivo! ¡Yo había pensado en otra cosa!
Yo: Nena... no sé, de verdad. Utiliza la tela naranja aunque no quede muy bien, la pones por los bordes, y no te compliques más. A mi me va a gustar.
Madre: Pero hija... es que los naranjas se matan, y yo he salido a buscar otro tipo de naranja y no lo encuentro. El naranja es muy difícil.
Yo: Nena, pues déjalo estar. No la uses, hazle un pespunte por los ..
Madre: Ois, qué pesada eres. También puedo comprar un vivillo de esos estrechos, que los vende Victoria, que además como ahora está quitando la tienda, va a salirme muy baratito.
Yo: Vale.
Madre: Pero es que esos son muy estrechos y no va a quedar como tú querías.
Yo: Ufff... Vaya noticia me acabas de dar, Nena.... ¬¬


Hace 2 semanas:

Madre: Hija, que he comprado el vivillo de Vitoria, pero no me gusta.
Yo: Nena, pues no se lo pongas.
Madre: Ya, ya … Igual es mejor uno en blanco.
Yo: Igual....
Madre: O en violeta. ¡Pero es que vaya porquería de tela que has comprado! ¡No le pega nada!
Yo: Bueno, nena, sin faltar ya, que a mi me gusta....
Madre: Pero es que eso no te dura tres lavados. Los manteles claritos, hija, claritos, que entre la gracia de Dios en la mesa cuando una come, no tan oscuros, que te entrarán los 7 males...
Yo: Ya, pero es que esa tela me gusta.
Madre: Siempre ha sido rarita...
Yo: Bueno, ¿entonces qué?
Madre: Pues nada … le pondré la tela naranja.
Yo: Está bien.


Hace 1 semana:

Madre: Hija, que el naranja es muy difícil, y he pensado en ponerle al final el vivillo de Victoria, que tu tía dice que le va mejor, aunque yo no estoy de acuerdo.
Yo: Vale. Pues el vivillo. Me fio de vuestro criterio.
Madre: Pero es que yo así no puedo hacer las cosas. No me das ideas.
Yo: ¡Santa paciencia, Mamá!
Madre: ¡Paciencia dice! ¡Paciencia la que he tenido yo contigo durante casi 30 años... ¡No me venga con esas!
Yo: Hazlo como quieras, por favor.


Ayer:

Madre: Hija, yo he pensado en comprar una tela de color verde, que es mi favorito, a ver si así se mejora la cosa
Yo: Nena, la verdad, estoy del mantel hasta el mismísimo coño. Vamos a aclarar las cosas, porque llevamos muchos meses con esto: El retal no te gusta, te parece una mierda, crees que no es adecuado para hacer un mantel, de hecho esa tela no te parece adecuada para hacer absolutamente nada más que adornar el cubo de la basura, y es por eso que no te está dando la gana de hacerme ese pespunte, ni ponerle esa tela por los bordes, ni pegarle el vivillo que has comprado en la tienda de tu vecina, ni nada de nada de nada. ¿Es así?
Madre: Pos sí.
Yo:¡Ya está bien! ¡No lo hagas! ¡Quema la tela! ¡Olvídalo! ¡Esto nunca ha ocurrido!
Madre: Claro hija. Si es que esa tela es muy fea, yo ya te lo dije. Me alegra que lo hayas pensado mejor.
Yo: Mira Mamá, ya está bien. No quiero hablar más de esto.
Madre: Bueno hija, no te pongas así, que si quieres yo te hago el mantel....

viernes, 11 de septiembre de 2009

Acongojada

Acabo de ver por televisión a una chica (que así, a ojo, diría que tiene ya más de una cana en su vello púbico) llorar porque alguien ha metido un cepillo de dientes por el culo a su muñeca de trapo.
Es evidente que pulula libre por el mundo, y yo me pregunto: ¿Su médico de cabecera no detectó nada raro en ella en alguna de sus visitas?

Dios nos libre de la seguridad social.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Pregunta indehisciente

Si los hombres de fe piensan que Dios es luz (ilumina el camino a seguir), y los hombres de ciencia piensan que Dios es oscuridad (anula explicaciones recionales de determinados fenómenos y nos impide avanzar y profundizar en el conocimiento) ... ¿Habrá algún científico religioso?
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martes, 8 de septiembre de 2009

El Gato del 7


Cada día salgo a hacer algo de compra, buscar tabaco, o dar un paseo, y cada día procuro pasarme por el número 7 de la calle de atrás para verlo.

El gato del Nº 7 es un hermoso espécimen. No sé qué edad tendrá, es difícil para mi echar cuentas en las personas, mucho más es los gatos, pero yo creo que es un gato viejo. Al menos cuando me mira, siento que muchos años han pasado por su retina, y que ha visto evolucionar éste lugar nuevo para mi, tanto que podría contarme mil cosas.

Su pelo es de diferentes grises que a veces acaban en negros, y los ojos de un bello color ámbar que me deja ver su interior. Es arrogante y guapo, y está por encima de todos los que miramos su vida.
Y es que ese gato vive en un gran hermano constante y una soledad casi absoluta: su cama es el felpudo de la puerta de sus dueños, su comida está en un par de cuencos viejos de plásticos muy sucios situados junto a la puerta; para todo lo demás, está la calle. Vive en el rellano de la entrada del Nº 7, un pequeño cuadrado con una puerta acristalada delante, siempre abierta, y otra de madera maciza detrás, siempre cerrada. La puerta acristalada nos enseña a todos su vida, y evidentemente nadie le ha preguntado si eso le gusta o no. Juraría que no pisa la casa de sus dueños jamás. Lo veo dormitar por las tardes en el felpudo, mirar hacia fuera fijando la vista a un punto concreto y dormir a pierna suelta por las noches. De vez en cuando, no está por las mañanas.
Las veces que está despierto intento llamar su atención y me mira de reojo, porque me paro frente a él (rezando porque no se abra la puerta trasera y aparezca la cara de algún humano que diga ser su dueño) y le sonrío. Espero que no me mire así porque piense que soy medio idiota. Yo quiero sonreirle por si me entiende, por si necesita cariño, por si en algún momento se siente solo entre esas cuatro paredes, o deambulando por alguna de las calles del pueblo, que sepa que un poco más arriba tiene una amiga.
Y es que el gato del 7 no está con otros gatos en una comuna. Tampoco está en casa de sus dueños. Se limita a dormir, comer, y ver pasar las horas en el rellano. Supongo que se dará sus vueltas con otros gatos, claro, pero imagino que no lo sienten como un colega.
Está en medio de ningún sitio.
"Ojalá pudiera hacerle compañía a veces", es lo que pienso de vez en cuando. Otras veces quiero pensar que es feliz en su soledad, en su pequeño cuadrado al exterior donde no le llueve aunque sí pase frío, sólo que mis ojos de humana sensible no me dejan entenderlo.

Nunca me han gustado los gatos, porque siempre me parecieron antipáticos, y la verdad es que creo que tener a Lola en casa ahora no me ha influido demasiado en relación a él y a su vida, quiero decir, que me hubiera fijado en él de todas formas y me hubiera inspirado el mismo cariño, y las mismas ganas de abrazarlo. Eso me tranquiliza.

También creo que el gato del 7 merece un texto mejor que este, quizá una poesía, o un relato tierno, no éste apresurado y sincero exabrupto, pero no sé hacerlo mejor.

Perdóname amigo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Lo que ella dice, siempre.


Y este es un ejemplo.
Nuestra Lola continúa creciendo demasiado rápido para mi gusto, y demasiado salvaje. Hay quien me cuenta de que tiene animales mansos, cariñosos, y más o menos tranquilos.
Lola es un torbellino, que hace lo que quiere, y que sólo busca cariño en las escasas ocasiones en las que le apetece.
Sigue bebiendo de cada vaso que olvido recoger, y de cada plato que se queda, lleno o vacío, por cualquier circunstancia encima de la mesa. Juega con todo lo que se le pone por delante, o que ella saltando alcanza (su límite es el techo, no creáis) y además tiene fijación por las plantas de interior: bajarlas al suelo por la vía rápida debe ser muy divertido. Cuando rompe algo contra el suelo, mientras más ruido hace, más salta y disfruta.
Entiendo que el amor a los animales es incondicional, y el mio lo es, claro, haga lo que haga. Intentamos educarla de la mejor forma posible, pero creemos que aún ha de pasar un par de meses más, hasta que crezca.
A veces me pregunto qué pasará cuando se haga mayor y deje de hacer estas cosas que en el fondo al final seguro que se echan de menos....
Ahora está trepando por la mosquitera del salón. Hoy le he regañado 4 veces, y la he encerrado una. Sólo son las 13:02... ¿qué vendrá después?
Pues eso... Lola's Rules!