jueves, 3 de septiembre de 2009

Lo que ella dice, siempre.


Y este es un ejemplo.
Nuestra Lola continúa creciendo demasiado rápido para mi gusto, y demasiado salvaje. Hay quien me cuenta de que tiene animales mansos, cariñosos, y más o menos tranquilos.
Lola es un torbellino, que hace lo que quiere, y que sólo busca cariño en las escasas ocasiones en las que le apetece.
Sigue bebiendo de cada vaso que olvido recoger, y de cada plato que se queda, lleno o vacío, por cualquier circunstancia encima de la mesa. Juega con todo lo que se le pone por delante, o que ella saltando alcanza (su límite es el techo, no creáis) y además tiene fijación por las plantas de interior: bajarlas al suelo por la vía rápida debe ser muy divertido. Cuando rompe algo contra el suelo, mientras más ruido hace, más salta y disfruta.
Entiendo que el amor a los animales es incondicional, y el mio lo es, claro, haga lo que haga. Intentamos educarla de la mejor forma posible, pero creemos que aún ha de pasar un par de meses más, hasta que crezca.
A veces me pregunto qué pasará cuando se haga mayor y deje de hacer estas cosas que en el fondo al final seguro que se echan de menos....
Ahora está trepando por la mosquitera del salón. Hoy le he regañado 4 veces, y la he encerrado una. Sólo son las 13:02... ¿qué vendrá después?
Pues eso... Lola's Rules!

1 comentario:

aspid dijo...

vamos a ver lorena, si a mi me pones de nombre lola, me cuelgas un trapo amarillo en el cuello y me arrinconas contra la pared, te juro que tambien me subo por la mosquitera y te aterrizo to los tiestos.

bonito tono ;-)

besos.