viernes, 30 de octubre de 2009

24 horas en observación

Ahora hace justo 24 horas que mi cuerpo no sufre ningún tipo de agresión física.

Nadie me salta a traición y me araña la espalda cuando estoy preparando la cena. Tampoco me muerde los brazos con deleite, apretando cada vez más hasta que sale sangre mientras leo un libro, o veo la televisión. No me clavan uñas traseras y suben.

Esta mañana nadie me ha saltado a los ojos cuando he pestañeado para despertarme, ni me ha dentelleado la oreja mientras me desperezo.

Tampoco han mordisqueado mi trenza cuando salía de la ducha, ni se han escondido a la salida del baño para atacarme y darme un susto de muerte.
No han intentado robarme el desayuno, y beberse mi café. Hoy he descubierto que desayunar tranquila mientras se leen las noticias en realidad está muy sobrevalorado.
Nos llevamos tan mal, nos peleamos tanto, que al final he entendido que cuando no estás, me falta algo. Aunque sólo sea todo lo anterior.
.
Hemos llamado a ver cómo estabas y nos han dicho que muy nerviosa y sobre todo, muy asustada. No te asustes, que 24 horas han sido suficientes para echarte de menos.



Ya vamos a por ti, Lolita.

No hay comentarios: