Odio a las personas retorcidas, amargadas y egoístas que, porque no les va bien en la vida (como a casi todos, pero a estos con más razón) se dedican a hacer daño a los demás, a crear problemas, y a descuartizarte y carroñear por cosas que si no han pasado, tú descuida, se lo inventarán.
Sobre todo odio encontrármelas en el trabajo.
¡¡¡¡A las trincheras!!!!
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